Un ordenador ruidoso no sólo es molesto para el usuario, sino que suele indicar que algo no va bien.
Hoy en día, un ordenador no tiene por qué hacer ruido. De hecho, los ordenadores modernos, tanto portátiles como de sobremesa son tan silenciosos que, a veces, saber si está encendido o apagado es cuestión de ver actividad en la pantalla.
Con el uso continuado y la falta de cuidados, la acumulación de polvo y el sobre calentamiento producen ruido en los ventiladores y zumbidos extraños en la placa base o los discos duros.
Ventiladores ruidosos
Los ventiladores de los sistemas de refrigeración, tanto del procesador como de la tarjeta gráfica, y la fuente de alimentación acumulan polvo con el tiempo, lo que los hace más pesados y produce vibración en las aspas.
La placa base regula la velocidad de los ventiladores en función de la temperatura alcanzada. Si el disipador de calor del procesador de la CPU o la tarjeta gráfica están sucios hará que la placa base detecte el exceso de calor y fuerce al ventilador a funcionar a más revoluciones para tratar de compensarlo.
Por otra parte, los ventiladores de la fuente de alimentación y de la carcasa reciben polvo directamente del exterior y lo van acumulando en las aspas.
La consecuencia de todo esto es que el ordenador emite ruidos extraños, lo que es muy molesto cuando pasas muchas horas frente al PC y produce un calentamiento excesivo de los componentes que deriva en un acortamiento sustancial de la vida útil de un ordenador.
En los modelos potentes de varios núcleos, el procesador puede llegar a alcanzar los cien grados fácilmente.
Por lo tanto, se necesita un sistema de disipación de la temperatura que sea eficaz, pero a la vez, respete los niveles de contaminación acústica.
La forma más eficiente de solucionar estos problemas es a través de una limpieza interna del ordenador.
Puedes utilizar un bote de aire comprimido para limpieza del PC para eliminar el polvo del disipador y una brocha para limpiar las aspas del ventilador, succionando con cuidado con una aspiradora.
Aunque lo ideal es desmontar el disipador para limpiarlo más cómodamente y renovar la pasta térmica entre el procesador y el disipador antes de volver a instalarlo.
Lo mismo se aplica al sistema de refrigeración de la tarjeta gráfica. Siempre que ésta lo permita.
De ese modo, el ruido del ordenador se reducirá, y la temperatura de los componentes de tu equipo volverán a niveles normales, alargando la vida útil del PC.
El exceso de ruido en un PC también puede ser debido al desgaste natural de los rodamientos del propio ventilador debido al tiempo de uso.
En este caso, la solución pasa por comprar un buen ventilador de CPU silencioso del mismo diámetro que el antiguo, siempre y cuando el modelo de disipador permita su sustitución.
Ruido del disco duro
Los discos duros magnéticos, parte de cuyos componentes son pequeñas piezas móviles, generan un sonido muy característico mientras están trabajando.
El tipo y el volumen de ruido dependen de si la unidad de disco duro está realizando una operación de lectura/escritura o está inactiva, con los cabezales estacionados.
El sonido normal de la unidad de disco duro incluye:
- Zumbidos durante el giro de la unidad cuando el ordenador se está iniciando, despertando de la suspensión, o la unidad está pasando de inactiva a velocidad máxima para reanudar la operación normal
- Chasquidos ocasionales en la unidad, que ocurren a intervalos de 4 o 5 segundos, siendo parte de su normal funcionamiento
- Chasquidos fuertes durante una operación de estacionamiento del cabezal, durante el apagado o al entrar en el modo de suspensión
Ahora bien, si notas que esos ruidos se vuelven de repente más fuertes y persistentes o los ruidos son totalmente diferentes a los mencionados, probablemente el disco duro está anunciando su cercana defunción, por lo que debes procurar poner a salvo todos tus datos, así como dejar de usar esa unidad para tareas que requieran cierta fiabilidad.
Ese disco puede funcionar durante años o no llegar al final del día. Lo que es seguro es que probablemente ya adolezca de un problema mecánico.
Cuando deje de funcionar, la recuperación de los datos solo se podrá realizar desde un laboratorio de recuperación de datos, cuyo coste de escapará del alcance de la mayoría de los bolsillos.
Si el daño del disco duro se encuentra a nivel físico, las probabilidades de lograr la reparación efectiva de la unidad dañada son escasas.
Por ello, más allá del buen o mal funcionamiento de tu disco duro, siempre es recomendable hacer copias de seguridad de todo el contenido almacenado en dicha unidad, de forma regular y en una unidad de almacenamiento externa, a fin de evitar dolores de cabeza.
El calor, los golpes y los movimientos bruscos son los enemigos naturales de los discos duros magnéticos.
Para asegurarte de que tus discos duros no sufren ningún tipo de daño físico evita en la medida de lo posible mover el equipo cuando estén en funcionamiento.
Si tienes que trasladar tu ordenador, incluso aunque esté desconectado, ten mucho cuidado y evita cualquier tipo de golpes.
En el caso de los ordenadores portátiles es aún más importante ya que, aunque puedes moverlos aunque estén funcionando, no es lo más recomendable.
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Y, si llega el momento de la defunción, quizá sea buena idea por optar por una unidad de disco duro SSD que, al no incorporar piezas móviles, evitan el rozamiento y la vibración, y por tanto el calentamiento y el ruido. Además, tienen otras ventajas añadidas como la gran velocidad de acceso a los datos.
Ruido eléctrico
Técnicamente hablando, el ruido eléctrico no tiene nada que ver con el sonido aunque suele usarse este concepto para describir el zumbido que se produce en determinados circuitos electrónicos.
En el interior de los componentes de muchos ordenadores puede darse un fenómeno, por el que, componentes que carecen de partes móviles, de repente comienzan a emitir zumbidos y molestos chirridos.
Este sonido acostumbra a localizarse en los condensadores y bobinas integradas en los circuitos electrónicos de los componentes y es el resultado del llamado efecto piezoeléctrico inverso que no es más que una vibración mecánica en los cristales que forman el condensador cuando éste se somete a tensiones eléctricas.
Esas vibraciones producen ondas de presión de alta frecuencia que nuestro oído interpreta como zumbidos o pitidos, según la intensidad.
Estos ruidos eléctricos, suelen producirse en los sistemas de alimentación de los componentes, aunque los componentes más propensos a sufrirlos, como las fuentes de alimentación, acostumbran a utilizar resinas especiales para aislar las bobinas y evitar al máximo estas vibraciones.
Este tipo de ruidos pueden aparecer al someter a los componentes a cierta carga de trabajo, por lo que es posible que sólo aparezcan cuando ejecutas aplicación que exija el máximo rendimiento a la tarjeta gráfica o cuando inicies un programa muy exigente para el ordenador.
Este ruido eléctrico no es un síntoma que afecte a un solo componente, sino que puede que una determinada placa base o tarjeta gráfica instalada con una determinada fuente de alimentación, produzca este tipo de ruido eléctrico siempre, mientras que si se instalan con otros componentes distintos, puede que nunca se produzcan.
Elegir componentes para tu equipo que contengan condensadores de estado sólido de calidad y bobinas de ferrita convenientemente encapsuladas y aisladas, son casi una garantía para evitar este tipo de ruido en tu equipo.
El sonido eléctrico no tiene mayor consecuencia que la molestia que supone oír constantemente un zumbido o pitido a tu lado, que puede hacerte perder los nervios si pasas mucho tiempo frente a tu ordenador.
Pitidos de la placa base
La placa base de tu PC cuenta con un patrón de sonidos que permite identificar un problema incluso antes de abrir la carcasa para ver su interior.
¿Al encender tu ordenador, se escucha un pitido breve antes de iniciar el sistema operativo? Pues ese pitido es el medio que tiene la placa base de tu ordenador de decirte que todo está en orden y se va a iniciar el sistema.
La mayoría de las placas base comparten el mismo patrón sonoro de aviso de errores.
No obstante, algunos fabricantes de las BIOS (o UEFI) utilizan su propio sistema de códigos sonoros, por lo que si escuchas algún sonido inusual al iniciar tu equipo, lo más recomendable será revisar los manuales o buscar información en Internet sobre los avisos que emite el modelo de tu placa base.
Las placas base de gama alta, han sustituido estas señales sonoras por un pequeño display en el que se muestra un determinado código y unas luces LED que indican el estado de la placa y los componentes conectados a ella.
Conclusiones
Tu ordenador te habla, escúchale.
Procura poner atención a los sonidos, vibraciones, pitidos y chasquidos que produce. Sobre todo al arrancar el sistema.
Con el tiempo te acostumbras al “patrón normal” de ruido del ordenador así que, cuando oigas algo inusual, procura identificarlo y busca información en Internet o consulta a un profesional sobre la posible causa.
Escuchar y mantener tu ordenador, tanto de sobremesa como portátil, limpio; y cuidar del buen estado de sus componentes, evitando el sobrecalentamiento y el polvo, alargará la vida útil del PC de una forma realmente considerable.