Antes de nada, conviene aclarar qué entendemos por «vida útil de un ordenador portátil».
A nivel de hardware, y siempre que haya recibido un buen trato, un ordenador portátil puede aguantar perfectamente entre 6 y 10 años.
Otra cosa es que ese hardware pueda mover sin problemas el software de última generación, cada vez más exigente con las especificaciones de la máquina, para seguir cumpliendo con la finalidad a la que está destinado.
En este sentido, la duración de un ordenador portátil, en términos de rendimiento eficiente, no va más allá de dos años.
Así pues, la mejor respuesta a cuánto dura un ordenador portátil es: Depende.
Con un buen cuidado y mantenimiento del ordenador, su vida útil puede ser muy larga. Tanto que quizá, cuando sientas la necesidad de comprar un portátil nuevo , sea más por aburrimiento que por falta de rendimiento.
7 señales de que necesitas comprar un portátil nuevo
Por lo tanto, si quieres alargar la vida de tu portátil, trátalo con cariño y sigue estos consejos:
Mantén tu portátil bien ventilado
El calor es el mayor enemigo de un ordenador portátil. Y éste procede de dos fuentes:
- El calor que se genera cuando el portátil está en funcionamiento
- El calor que recibe del exterior.
Uno de los factores determinantes a la hora de comprar un ordenador portátil es su tamaño. Por lo tanto, todo en su interior está reducido al mínimo posible y dispuesto de forma muy compacta.
Cuidar que esté bien ventilado es uno de los factores más importantes para alargar la vida de tu portátil.
- Evita bloquear las entradas de ventilación
- Trabaja siempre sobre una superficie dura y lisa
- Apaga el portátil durante la noche y cuando no vayas a utilizarlo durante algunas horas
- No dejes tu portátil expuesto al sol
- Usa una base de refrigeración
Evita malos hábitos en el uso de tu portátil, como usarlo expuesto al sol o colocarlo sobre superficies de tela o plástico.
Y, por supuesto, no pongas tu portátil directamente sobre las piernas. No sólo es malo para tu equipo, sino que puede tener efectos perjudiciales para la salud.
En caso de que no puedas evitar usar tu equipo sobre las piernas, existen bases de refrigeración para portátiles acolchadas que resultan muy cómodas y mantienen el equipo bien ventilado.
Cuidado con los golpes y movimientos bruscos del ordenador
Que tu ordenador sea portátil no significa que sea irrompible. El peso es otro de los factores importantes para comprar un ordenador portátil, por lo que sus componentes suelen ser menos robustos que los de un ordenador de sobremesa.
Un golpe en la pantalla o una ralladura en el disco duro pueden salirte más caras que el propio ordenador. Por lo tanto:
- No traslades el portátil encendido
- No lo transportes en bolsas o mochilas que no sean adecuadas
- No lo dejes sobre superficies inestables
- No pongas nada sobre el ordenador
- No cierres la tapa bruscamente
Puede que no lo sepas, pero el cabezal de lectura del disco duro está suspendido a una distancia microscópica de la superficie de un disco que da vueltas a velocidades extremas. Así que, trasladarlo en funcionamiento puede suponer que la cabeza roce el disco, provocando ralladuras que pueden conllevar pérdida de datos.
Las pantallas de los ordenadores portátiles son delicadas y cerrar la tapa de golpe o depositar objetos sobre el equipo puede producir que se rompan o rallen con facilidad.
Haz un buen uso de la batería para alargar la vida útil de tu portátil
Aunque hay muchas «teorías» en torno a cómo cargar la batería de un portátil o un teléfono móvil, lo cierto es que todo depende de qué tipo de batería se trate.
Lo único que todas tienen en común es que la vida de una batería se mide en ciclos de recarga. No hay un estándar que especifique lo que constituye un ciclo de recarga de forma detallada, pero se suele asumir que un ciclo de recarga completo se aplica cuando se carga la batería tras descargarse por debajo del 20%.
Una batería está compuesta por elementos químicos encargados de generar energía eléctrica como efecto colateral del movimiento de los iones desde el electrodo negativo al positivo. Estos elementos químicos se van degradando con el uso, lo que se traduce en una progresiva reducción de la capacidad de la batería para generar electricidad.
Hoy en día, las baterías se fabrican con polímeros o iones de litio, en las que, cuanto la batería está totalmente cargada, ese proceso se detiene y no vuelve a iniciarse hasta que el voltaje de la batería cae por debajo de cierto nivel.
El mayor problema que tiene usar el ordenador enchufado sin extraer la batería es el del calentamiento. Si una batería de litio se calienta por encima de su temperatura «normal» de funcionamiento, su capacidad se degradará rápidamente. La química de las baterías es muy sensible al calor.
Lo que sí es cierto en las baterías de litio, es el efecto perjudicial que tiene descargarlas al mínimo de su capacidad. Además de reducir el número de ciclos que pueden soportar, en algunos casos puede llevar a la batería a un estado de descarga profundo, del que no es fácil de recuperar.
La temperatura incide de forma directa en el rendimiento una batería, y por eso si tienes que almacenar una batería durante un largo periodo de tiempo lo mejor dejarla cargada al 40-50% para evitar un estado profundo de descarga prolongado y almacenarla en un sitio fresco.
Usa siempre el cargador original. El cargador hace mucho más que cargar la batería. Vigila voltajes, sobrecalentamientos y sobrecargas.
Si por alguna razón tienes que recurrir a un cargador para reemplazar el tuyo, procura que sea de las mismas características que el original.
Es difícil dar consejos sobre el cuidado de la batería de un portátil, así que lo mejor es que investigues y sigas las recomendaciones del fabricante.
Por mi parte, siempre que es posible, trabajo con el ordenador desenchufado y recargo la batería con el portátil apagado. Si no puedo hacerlo así, enchufo el portátil a la corriente cuando la batería llega al 20% y lo desenchufo cuando alcanza un 80% de carga.
9 claves para elegir el mejor portátil
Mantén limpio tanto el interior como el exterior de tu ordenador portátil
El mantenimiento y limpieza del ordenador, tanto interna como externamente, es fundamental.
El polvo que se acumula y entra a través de las teclas y otras rendijas del ordenador portátil, puede afectar a su rendimiento y dar problemas a medio y largo plazo.
Las pantallas son muy sensibles a cualquier sustancia líquida, como en el caso de las pantallas LED, LCD o plasma, en las cuales se podrían dañar los píxeles.
Con una bayeta o un paño de cocina puedes limpiar la pantalla y el teclado, evitando así que se acumulen polvo y bacterias en su interior.
Pon un poco de producto de limpieza suave en un paño sin pelusa y pásaselo a tu portátil para eliminar polvo y mugre, y usa un cepillo pequeño y aire comprimido en lata para una limpieza más profunda.
No uses químicos en spray y evita que cualquier líquido llegue al interior del equipo.
Para una limpieza más a fondo y por dentro, lo mejor es que lo lleves a un técnico especializado ya que abrir un ordenador portátil supone todo un desafío.
Realiza un mantenimiento periódico de tu ordenador portátil
Este mantenimiento consiste en la limpieza del sistema de almacenamiento interno, formateando el disco duro si es necesario, borrar archivos viejos o innecesarios, hacer copias de seguridad periódicas y sobre todo, mantener actualizados el sistema operativo, los controladores de dispositivos y las aplicaciones.
Con el uso tu ordenador portátil se va volviendo más lento, así que es buena idea contar con algún software que limpie el sistema de archivos innecesarios, temporales y duplicados y que se encargue de la administración de los elementos de inicio para un encendido más rápido, la optimización de las configuraciones de tu navegador, la aceleración de la conexión a Internet y la monitorización en tiempo real del uso de la RAM y de la CPU.
Para realizar esas tareas, yo uso Advanced SystemCare 12 PRO. Puedes usar la versión gratuita, aunque te recomiendo comprar la versión PRO, una edición mejorada con funciones automáticas y avanzadas que garantizan un mejor rendimiento en tu portátil y que puedes instalar hasta en tres dispositivos.
Debes contar con un sistema automatizado para crear copias de seguridad, bien sea en un disco duro externo o en la nube.
También es muy importante mantener seguro tu portátil, sobre todo si trabajas o conectas frecuentemente a redes WiFi públicas. Protégete con un buen antivirus y un cortafuegos, así como con algún software anti espía para evitar que alguien pueda monitorizar tus actividades mientras navegas por la red.
Sustituye el disco duro de tu portátil por un SSD
Cambiar el viejo HDD de tu portátil por una unidad SSD es una de las mejores formas de alargar la vida útil de tu ordenador. Un SSD aporta numerosas ventajas: su capacidad de respuesta mejora, el tiempo de arranque se reduce y la fluidez del sistema operativo es evidente desde el primer minuto de uso.
El almacenamiento SSD se basa en chips de memoria, lo que evita los problemas derivados de mover el portátil en funcionamiento ya que, al contrario que los discos duros, no está compuesto por partes móviles.
Sin embargo, esta actualización supone un cambio de tecnología que puede lugar a algunas dudas.
Aparte de la diferencia de precio entre los HDD y los SSD, la cual se ha ido reduciendo considerablemente durante los últimos años, uno de los primeros aspectos que debes tener en cuenta es el espacio de almacenamiento que necesitas.
Las unidades SSD ya han conseguido igualar las capacidades de almacenamiento de los discos duros que habitualmente montaban los portátiles, que oscilaban entre los 500 GB y 1 TB. Sin embargo, para que la horquilla de precios no se dispare, te conviene mantenerte en una capacidad de SSD de entre 250 GB y 512 GB.
Los más vendidos en Discos duros sólidos internos
Para conocer qué capacidad de almacenamiento SSD necesitas, observa cuanto espacio ocupan tus archivos en tu actual disco duro y, sobre todo, pregúntate si realmente necesitas todo el espacio que tienes ocupado o son archivos que perfectamente podrías tener guardados en una unidad de almacenamiento externa para acceder a ellos sólo cuando los necesites.
Como norma general, la instalación de Windows 10 ocupa entre 25 GB y 30 GB, por lo que en un SSD de 250 Gb te quedarían unos 200 GB para tus archivos después de haber instalado todos tus programas y aplicaciones.
Bola extra: usa el sentido común para alargar la vida de tu ordenador portátil
La condición de «portátil» de un ordenador hace que muchas veces lo traslademos de un lado sin demasiado cuidado, lo usemos en la comodidad de la cama o tomando una cerveza en la playa y que lo dejemos en el maletero del coche.
Todo ello puede suponer que sufra golpes o desplazamientos de piezas y que quede expuesto a temperaturas extremas. así que el mejor consejo para alargar la vida útil de tu portátil es que uses el sentido común.
Un ordenador actualizado y tratado con cuidado durará mucho más tiempo y en mejores condiciones que otro que no lo está.