Un equipo informático bien tratado puede durar muchos años. Un buen cuidado y mantenimiento, tanto de hardware como de software, puede hacer que no sientas la necesidad de comprar un ordenador nuevo en mucho tiempo.
De hecho, la vida útil de un ordenador puede oscilar entre cinco y diez años, dependiendo tanto de su cuidado y limpieza como de factores ambientales.
Los principales enemigos de un dispositivo informático son:
- Acumulación de polvo
- Estabilidad de la corriente eléctrica
- Calor, tanto interno como externo
- Humedad ambiental
- Trato recibido
Más aún si se trata de un ordenador portátil ya que, por su configuración compacta, es más difícil de limpiar y le afecta más el calor. Y aunque la vida útil de un ordenador de sobremesa suele ser más larga que la de un portátil, puede verse afectada por cosas como una mala ubicación que impida su correcta refrigeración.
Otra cosa es hasta cuándo un ordenador es eficiente. Estirar la vida útil de un dispositivo informático más allá de lo razonable, puede dar lugar a errores o lentitud en la ejecución del sistema operativo y aplicaciones que acaben con la paciencia de cualquier usuario.
Mucho más en entornos profesionales, porque un parque informático conformado por equipos obsoletos acaba produciendo una merma importante en la productividad.
Entonces, ¿Cuándo es el momento de comprar un ordenador nuevo?
Aquí tienes 7 señales que te pueden indicar que ya es hora de actualizar tu equipo informático:
- No puedes actualizar a la última versión del sistema operativo. Las nuevas versiones de los sistemas operativos no eran una gran prioridad para muchos usuarios y empresas, y generalmente los equipos se mantenían con el sistema original. La tendencia de desarrollo ha cambiado por completo. Las actualizaciones del sistema operativo ya no se limitan a los aspectos de seguridad y son más importantes que nunca.
- No puedes ejecutar las últimas aplicaciones y juegos. Al igual que el sistema operativo, las aplicaciones y juegos cada vez son más potentes y exigen un mayor nivel de hardware.
- El equipo funciona lento. La lentitud en un equipo informático puede ser difícil de definir, pero lo notarás perfectamente cuando la sufras. Por ejemplo, si transcurre una gran cantidad de tiempo desde que pulsas el botón de arranque hasta que se muestra el escritorio del sistema operativo; el ordenador se congela cuando tienes una docena de pestañas abiertas en el navegador web o si puedes escribir una frase completa en un procesador de textos antes de que aparezca una sola palabra en la pantalla.
- No puedes conectar otros dispositivos. Otra muestra clara de envejecimiento del sistema informático es la imposibilidad de conectar periféricos y accesorios nuevos, al no contar con soporte para las últimas tecnologías y estándares, como Wi-Fi o USB 3.
- No tienes espacio de almacenamiento, memoria o CPU. Si la capacidad del disco duro está exprimida al máximo, la memoria RAM es usada generalmente en su totalidad o la utilización de la CPU pasa del 80% casi con cualquier actividad de tu PC, está claro que el hardware está llegando a su límite y los problemas no tardarán en acumularse.
- Demasiado ruido. Al igual que con un motor de automóvil, un ruido nuevo, inesperado o mayor de lo normal es a menudo una mala señal. Si el ruido de los ventiladores se hace cada vez más fuerte puede indicar que la CPU está trabajando más forzada de lo recomendable o hay problemas de sobrecalentamiento.
Un mayor ruido o chasquidos extraños en el disco duro, en el arranque del sistema o durante su funcionamiento, es una señal inequívoca de un fallo inminente. Tu ordenador te habla, escúchale. - Pasas más tiempo solucionando problemas que usando tu ordenador. Más allá de los puntos anteriores, hay todavía un signo más revelador que advierte de la necesidad de reemplazar el PC: cuando la solución de problemas se convierte en una tarea casi diaria.
Errores con aplicaciones, fallos aleatorios en el sistema, desconexión de la Wi-Fi, bloqueos o congelaciones, o la temida pantalla azul de la muerte de Windows, pueden acabar con la paciencia de cualquiera y exigir un tiempo precioso para resolverlos.
Los ordenadores son máquinas que no viven para siempre y cuando están llegando a su final pueden dar muchos problemas. Estirar su vida útil por encima de lo razonable termina redundando en mayores costes de mantenimiento y reparaciones, además de la pérdida de productividad, conectividad o movilidad que puedes obtener con la compra de un equipo informático nuevo.
Con un buen cuidado y mantenimiento del ordenador, su vida útil puede ser muy larga. Tanto que quizá, cuando sientas la necesidad de cambiar de dispositivo, sea más por aburrimiento que por falta de rendimiento.
Y recuerda que: